El docente universitario está obligado a mutarse hacia un perfil tecno-digital en el que integre sus competencias con las digitales. Los que no se adapten serán analfabetos funcionales y tenderán a la extinción. Las aptitudes digitales serán imprescindibles para la docencia futura porque nuestros jóvenes ya son digitales.
Extracto del Artículo de la Revista digital “TELOS” Nº112 (Fundación Telefónica-España) donde se comenta que el docente universitario está obligado a mutarse hacia un perfil tecno-digital en el que integre sus competencias tradicionales con las digitales.
La digitalización del docente supone un avance en la universidad, que no pasa únicamente por adaptarse al software educativo, sino que implica generar una identidad digital y concebir una transformación en habilidades personales, con profundos cambios en la gestión, procesos y funciones en la docencia, para ser mucho más accesibles para el alumnado y más abiertos a la cultura global y digital. Los días del profesor que da la lección magistral se han acabado. Puede ser peligroso tener docentes analógicos, ciegos a los cambios que suceden en su entorno y desconectados de la realidad. Sobre todo cuando están en sus manos los profesionales del futuro y estos sí deben tener las capacidades digitales desarrolladas cuando finalizan sus estudios.
Los cambios vienen rápidos y son muchos los educadores a los que les ha atrapado la brecha, no solo la digital, sino la generacional. Y no es cuestión de edad, como muchos apuntan en cuanto a las nuevas generaciones que nacen digitales, sino que es un elemento de actitud, de querer evolucionar con la sociedad que nos rodea, de curiosidad, de perseguir, mejorar y aprender, de vocación. La docencia se debe adaptar a los cambios. El hecho de estar presente en el entorno del alumnado es básico, por ejemplo, en las redes sociales, ¿cómo va a motivar un profesor a un alumno si desconoce su mundo, sus costumbres y su manera de comunicarse?
Algunas conclusiones
- El profesorado tiene el reto de ser permeable a los cambios.
- No es cuestión de edad sino de actitud, de querer evolucionar con la sociedad, de curiosidad, de perseguir, mejorar y aprender, de vocación.
- Un docente del siglo XXI debe estar atento a estas redes, debe conocer quién es quién en su sector y debe presentarse al mundo digital, no puede seguir escondido en su aula o laboratorio.
Fuente: José Luis Poza Luján, Marga Cabrera y Nuria Lloret, Revista digital “TELOS” Nº112 (Fundación Telefónica-España)
Es necesario que el Docente se empape del conocimiento de la tecnología y su aplicabilidad en el ámbito de la educación, para hacer mas ameno el aprendizaje de sus estudiantes, sabiendo afrontar este nuevo desafió con mucha fuerza de voluntad, ya que el aprendizaje nunca termina, excepto cuando morimos.